Cuando gestionas una cocina profesional, cada decisión cuenta: desde la elección del producto hasta la forma de conservarlo. Una duda muy común entre hosteleros es entender las diferencias reales entre alimentos ultracongelados, congelados y refrigerados.
¿Afecta esto a la calidad? ¿A la seguridad alimentaria? ¿A los costes?
En esta guía rápida te explicamos en qué se diferencian, cómo aprovechar cada tipo de conservación y cuál te conviene según tu tipo de negocio.
Los productos refrigerados se conservan a temperaturas entre 0 ºC y 5 ºC. Son alimentos frescos que no se congelan, por lo que mantienen una textura y sabor muy cercanos al producto natural, pero su vida útil es muy corta (días o pocos semanas).
Ejemplos habituales:
Lácteos
Embutidos en atmósfera modificada
Ensaladas y platos preparados
Carnes y pescados frescos
Ventajas:
Producto listo para consumir o cocinar
Ideal para rotación rápida
Inconvenientes:
Mayor riesgo de desperdicio por caducidad
Requiere una logística más exigente
Un producto congelado es aquel que se ha sometido a temperaturas por debajo de -18 ºC, pero el proceso de congelación puede haber sido lento. Es decir, el alimento ha tardado más tiempo en alcanzar esa temperatura.
Ejemplos:
Pan precocido congelado
Frutas y verduras congeladas
Carnes por piezas congeladas en origen
Ventajas:
Conservación media-larga sin perder propiedades
Menor riesgo de mermas
Inconvenientes:
Al congelarse lentamente, pueden formarse cristales de hielo que alteren la textura del producto (especialmente en carnes, pescados y verduras)
La ultracongelación es un proceso mucho más rápido: el alimento pasa de su temperatura inicial a -18 ºC en menos de dos horas, normalmente en túneles de frío a -40 ºC o incluso menos. Esto evita la formación de cristales de hielo grandes, lo que preserva la textura, sabor y valor nutricional del alimento.
Ejemplos:
Pescado de alta calidad ultracongelado en alta mar
Verduras troceadas para cocina rápida
Platos preparados gourmet
Ventajas:
Conserva mejor la calidad del producto
Más seguro microbiológicamente
Mayor vida útil
Ideal para menús estables o planificaciones semanales
Inconvenientes:
Suele tener un coste algo mayor (aunque se compensa por la reducción de mermas y tiempos de preparación)
Conocer la diferencia entre refrigerado, congelado y ultracongelado te permite tomar decisiones más rentables y seguras en tu cocina. No se trata solo de conservar alimentos, sino de optimizar procesos, reducir mermas y mantener siempre el nivel de tu oferta gastronómica.
En Frioal llevamos años asesorando a hosteleros como tú para que elijan el producto perfecto para cada tipo de carta, cocina y modelo de negocio.
Contacta con nosotros y te ayudamos a crear una propuesta rentable, deliciosa y lista para tu día a día.